Bárbaro!

EL Concierto... Lo Mejor
Eran las 7:30 de la noche cuando se apagaron las luces de la Plaza de Toros La Santamaría, y la histeria general se apoderó del ambiente. Se prendió una luz fuerte atrás del escenario que proyectó en el gran telón que lo tapaba la silueta de Gustavo Cerati. Comenzó a sonar su guitarra y con el primer redoble de la batería, cayó el gran telón y la locura colectiva se desató. A pesar de haber vivido mi primer concierto en solitario, resultó imposible parar de disfrutarlo ya fuera brincando, cantando, gritando o chiflando. Cerati está en un nivel tan alto, que ni siquiera un accidente como la rotura de una de las cuerdas de su guitarra acústica impidió que se mantuviera el éxtasis. Totalmente sereno nos pidió paciencia y luego de dos minutos regresó al frente para hacer sonar las cuerdas con la introducción de Té para Tres. Hay que decir también que quedó muy clara la definición de la generación a la cual le pertenece este ídolo, pues no quiero decir que nos estemos volviendo viejos pero el 90% de los asistentes ya pasamos de los 25, mucho traje y corbata y muy pocos novatos. En fin!... En total fueron dos horas y media de una gran descarga de buena música y de virtud interpretativa, pues no solo es lo bien que compone su música sino la forma como la hace realidad a cada momento. Solo tres canciones de Soda Stereo hicieron parte del repertorio y prácticamente terminamos cuando coreamos en ambos sentidos ¡¡¡¡Gracias por Veniiiiir!!!!

Lo Malo

Así como todavía no logro asimilar las razones por la cuales ha recibido tanto despliegue Naty Botero, tampoco entiendo el desorden de seguridad que hubo durante el concierto. Era totalmente imposible dejar de ayudarle a toda la concurrencia a pedir que se fuera Naty Botero del escenario; habría sido mejor que no hubiera tenido telonero; de pronto se le aplaude a esa niña que nos haya aguantado a los más de cinco mil chifladores oficiales y a los demás que le gritaban ¡¡¡FUERA!!! Con respecto a lo de la seguridad, me parece increíble que haya entrado tanta marihuana como anoche y tanto aguardiente. Lo de la marihuana finalmente no es tan grave si tenemos en cuenta que eso no amenza la seguridad, solo causa fastidio a quienes no fumamos pero, lo del aguardiente sí es grave porque no hay nada más agresivo que un borracho lleno de "guaro" Con todo descaro pasaban mujeres bastante desarregladas ofreciéndolo y alcanzándole a su clientela el "preciado líquido". Cuando empecé a ver más gente borracha me sentí realmente asustado. Para completar el desorden, de un momento a otro aparecieron por la zona sur oriental unos 20 personajes corriendo, bastante desagradables ellos; brincaron la barrera que daba inicio a la zona dispuesta para la acomodación del público y en menos de cinco segundos ya se había mezclado con la gente. Como solo había dos policías en esa zona, pues solo hubo dos detenidos. Qué vergüenza de esquema de seguridad.