miércoles, marzo 07, 2007

Las frecuencias de Transmilenio

Por Diego Alfonso

En la mañana del martes 6 de marzo esperé durante cerca de 20 minutos un alimentador de Transmilenio, en la calle 170 con 55. A pesar de que los usuarios deberíamos estar disgustados por la demora, al parecer, el que se había desayunado con 'sopa de alacranes' era el conductor.

Muy grosero le dijo a una señora que se quedó en la puerta que estaba prohibido quedarse allí, que la gente debería estar detrás de una raya amarilla… Casi se me salta la piedra, pues la demora de ellos, hizo que se amontonara la gente y ya no había más espacio para moverse.

Yo no se quién programa las frecuencias del Sistema de Transporte Masivo de Bogotá, pero pienso que no debe ser una persona muy competente, tampoco se para qué sirven los papeles que de vez en vez recibimos los usuarios en la estación de salida y, luego, depositamos en la estación de destino.

Conozco dos casos que ilustran esta incompetencia, pero deben ser muchos más. El primero, en el portal de la 170, donde yo espero el articulado que va para Las Aguas (J72 – J70). Mientras que muchos buses aparecen con el letrerito aquel En Tránsito, otros muchos con la letra D paran en el mismo sitio, recogen a tres o cuatro personas y arrancan hacia su destino.
El de Las Aguas, en cambio, casi no pasa y la gente allí. Amontonada. El otro caso es el de la estación del Museo del Oro, donde la gente que viene para el portal de la 170 tiene que esperar que pasen 4 o 5 F23 casi vacíos, para que por fin pase un B, ese es el promedio: 5 a 1. Aunque toqué sólo dos casos que conozco, como siempre los invito a hacerse sentir a través de este medio o de cualquier otro para que, quienes manejen Transmilenio aprendan a respetar a los usuarios que son quienes los mantienen. Debe ser por eso que, según un informe del periodista Winston González en EL TIEMPO, la gente está dejando de usar el Sistema.