viernes, diciembre 22, 2006

Contra el Irrespeto Armado

En un país en guerra como el nuestro, en el cual todos los días nos enteramos de noticias trágicas que hablan de masacres, muertes, atentados, lisiados, viudas, huérfanos y todo lo que ya se nos ha vuelto casi que una costumbre, resultan inadmisibles todas las clases de violencia. Sabiendo que esa no es la única expresión de violencia en nuestro país, no me quiero referir en esta ocasión a la que genera el conflicto "político", sino a la generada por ciertos actores de la sociedad, que por su trabajo deben portar armas y cuyo nivel intelectual o no sé qué tipo de limitantes pareciera que los lleva a adquirir posiciones de irresponsabilidad al portar peligrosamente sus instrumentos bélicos o lo que es peor, a adquirir actitudes de seudopoder propias de grandes ignorantes.

Hace ya algunos meses laboro en el Centro Administrativo Nacional (CAN), zona fuertemente custodiada por las Fuerzas Militares, situación totalmente obvia pues funcionarios muy importantes del país y gran parte del funcionamiento del Estado se concentran en el sector. Lo que no resulta obvio ni aceptable, es que algunos de los soldados que prestan esta guardia, porten de manera irresponsable su arma de dotación, en contra de todas las normas, generando un peligro permanente para quienes transitan por la zona. Hay momentos en los que se pasa por cerca a ellos con el fusil apuntando directamente hacia uno; con toda la tranquilidad del caso se mueven, dan vueltas, caminan solos o en grupo, cargando consigo un peligro latente para quienes se supone, estamos siendo protegidos.

Poco a poco me fui adaptando a esto, sabiendo que no solo nuestros soldados cometen este error, sino también gente de seguridad privada y de transporte de valores. Pero, el pasado 15 de Diciembre de 2006 me enfrenté a una situación que me llevó a pensar que no podemos seguir callados frente a este tipo de irresponsabilidad. Estaba de primero en la fila para entrar a la sucursal del BBVA de la Avenida Jiménez con Carrera 8, estábamos alrededor de 15 personas haciendo fila antes de la apertura del Banco, cuando a eso de las 8:50 a.m. llega un empleado de la empresa BRINKS, a quien de ahora en adelante llamaré Rambo, y con su arma en alto empezó a gritar "¡¡Háganme la fila hacia abajo!!" Sin saludar, pedir el favor ni explicar la razón de su solicitud y lo peor, mostrando su arma automática como la única razón para ser obedecido. Como es costumbre de muchos de nosotros, le respondimos diciéndole que con mucho gusto le haríamos el favor, a lo cual, Rambo respondió moviendo de nuevo su arma y gritando de nuevo "¡¡Bien Abajo!! Que queden atrás de la reja!!". Totalmente contrariados por la actitud de Rambo, nos movimos, haciéndole saber nuestra inconformidad con su trato y no siendo suficiente el atropello, cuando ya se disponían a entrar con la tula de dinero, Rambo empezó a gritarme a mí y a mi papá, prácticamente apuntándonos con su arma, para que diéramos un paso más atrás. Si no fuera porque estaba con mi padre, habría protestado más por su agresividad, pero como no se sabe qué tipo de problemas mentales posea este personaje, es preferible no arriesgar la vida de un ser querido como lo es para mí mi papá y dar el paso atrás, dejando sentir al gran Rambo que por el hecho de tener ese arma en sus manos, es Poderoso.

No hay derecho a que sigamos aceptando que ese tipo de desadaptados estén sueltos en las calles portando armas, diciéndonos qué hacer y qué no. No es permisible que con el dinero que nos pertenece, le paguen el salario a nuestro posible asesino. No podemos seguir admitiendo que nos traten de esta forma, ni que pongan en peligro nuestra integridad física y la de nuestras familias. Suficiente tenemos con todo lo que llena de sangre las columnas de los periódicos, las pantallas de televisión y ahora los portales de internet, como para que también nos tengamos que bancar balas "perdidas" que enluten nuestros hogares por causa de la irresponsabilidad de "Rambos Locos" con permiso para matar. Unámonos para pedir que este tipo de actividades sean reglamentadas, vigiladas y sancionadas. No nos esperemos a que desde El Espacio hasta El Tiempo, cada uno en su particular estilo, tengan que dar la noticia de la muerte de uno de nosotros a manos de un mal llamado Rambo por no haberlo sancionado a tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, antes que nada, qué hizo el pobre Rambo para ser comparado de esa forma? Estoy de acuerdo en que estos locos sanguinarios dizque "profesionales de la seguridad", pero como toda una profesional de la queja escrita, te invito a que la próxima vez, tomes nota del nombre del personaje y además de escribir en tu blog, escribas a la empresa Blinks comentando la situación, con una copia a la Supervigilancia, verás que es otra forma de defensa y ataque muy productiva. Creeme, para eso existen las líneas de atención al cliente,,,, bueno, por lo menos a mi me ha servido. Chau

Dr.K-oOoO dijo...

Claro que Sí. Tienes toda la razón y la idea es juntar todas las opiniones que se generen acá para enviárselas a el señor BRINKS, para que revise su minuta y vea quién es nuestro famosísimo Rambo y tome medidas. Aunque la idea también es que haya consciencia alrededor de este tema.